Para una estética de la vida : Katya Mandoki y Spinoza en diálogo.

Abstract

La Ética de Spinoza es una de las obras canónicas del pensamiento occidental. En ella se desarrollan y revisan diversos problemas clásicos de la tradición como lo son la metafísica, la epistemología, la relación mente-cuerpo, la política y desde luego la ética. No obstante, en dicha obra no aparecen de manera clara o precisa una revisión de los problemas estéticos que tradicionalmente se han hecho parte del canon (los relativos a la belleza y el arte) y cuando Spinoza los aborda lo hace rápidamente o con desdén. Pareciera entonces que la Ética fuese terreno infértil para la estética. Sin embargo, si se abordará la estética más allá de las preocupaciones por el arte y lo bello, podría darse un mejor terreno para cultivar reflexiones estéticas al interior del spinocismo. Etimológicamente el término estética (αἴσθησις) refiere a la capacidad de percepción sensible. Es posible pensar a la sensibilidad sin arte y sin belleza, pero es imposible pensarla sin un cuerpo desde el cual parta esa sensibilidad. De igual modo, lo sensible siempre remite al sentir, tanto fisiológica como anímicamente. Precisamente, autoras contemporáneas como la mexicana Katya Mandoki tienen por brújula de su pensamiento estético al cuerpo y a la experiencia primigenia de la sensibilidad que goza de sí misma como la condición fenomenológica de todo fenómeno estético. El presente trabajo de grado buscó responder a la pregunta ¿cómo desarrollar una estética al interior de la Ética de Spinoza mediante el pensamiento estético de Katya Mandoki? Lo cual desembocó en la tesis de que la teoría de los afectos de Spinoza puede ser comprendida como una de carácter inevitablemente estético a partir del pensamiento de Katya Mandoki.