Bourdieu, Pierre2002-04-252323-01340120-3916http://hdl.handle.net/20.500.12209/5561Creo que siempre he sido colmado y decepcionado por el mundo académico al mismo tiempo. Desde muy temprano, he sentido dicha ambivalencia. Es difícil decirlo en este momento, porque voy a comentar, con palabras de hoy, experiencias pasadas. Desde que empecé a acercarme a ese mundo intelectual, con el que había soñado, la decepción no ha dejado de crecer. Leí muy pronto Las ilusiones perdidas, muy pronto, La educación sentimental, y me costaba creer que la imagen que esos libros daban del periodismo, del arte o de la literatura, fuera cierta. Y, sin embargo... Pero la Escuela Normal, sin ninguna duda, fue una etapa decisiva en esta clase de toma de conciencia. Es una constante: los universos escolares consagrados se encierran en una definición muy estrecha de inteligencia.application/pdfspahttps://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0Desfatalizar el mundo.info:eu-repo/semantics/openAccesshttp://purl.org/coar/access_right/c_abf2Artículo de revistaAttribution-NonCommercial 4.0 International