Tobón de Castro, Lucía1991-01-010120-21462462-8417http://hdl.handle.net/20.500.12209/6029La curiosidad, condición innata, puede ser considerada, entre los comportamientos humanos, la forma más elemental utilizada por el hombre para hallar explicación a los fenómenos que lo rodean. Por ello, desde la infancia es gestora de la avidez cognoscitiva del niño y más que reprimida, debe ser estimulada, pues bien puede decirse que con ella se da comienzo a la vocación investigadora del individuo. No resulte por tanto extraño que un maestro sin vocación y sin formación para la investigación se convierta, quizás involuntariamente, en factor negativo del desarrollo natural de ese proceso en lamente infantil. ¿Qué esperamos, entonces, para dar a nuestros educadores la oportunidad de cumplir esta función?application/pdfspahttps://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0LenguajeInvestigación lingüísticaInvestigación aplicadaLa investigación aplicada en lingüística.info:eu-repo/semantics/openAccesshttp://purl.org/coar/access_right/c_abf2Artículo de revistaAttribution-NonCommercial 4.0 International