Ruiz Silva, Alexander2021-08-022021-08-022021-07-152500-64360121-2494http://hdl.handle.net/20.500.12209/13995A Marco le gusta el tango, él mismo es una especie de destilado de melancolía oculta tras esa sonrisa de siempre y orgullo a flor de piel, por las personas que más quiere. Se hizo tanguero por inercia, porque era lo que de niño oía en su casa, en su barrio y en los bares que también conoció de forma prematura y que le despiertan tanta pasión como los buenos libros. Algún tiempo después se hizo salsero por disposición de ánimo. Hay que decirlo, su vida ha transcurrido entre libros, viajes y bares, y alrededor de estos tres elementos, amores y desamores, encuentros y más encuentros.application/pdfspahttps://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0Paulo FreireEl alegorista. Homenaje al educador popular.info:eu-repo/semantics/openAccesshttp://purl.org/coar/access_right/c_abf2Artículo de revistaAttribution-NonCommercial 4.0 International