Biesta, Gert J.2016-01-012500-64360121-2494http://hdl.handle.net/20.500.12209/7541Este artículo proviene de una preocupación por los desarrollos particulares que se han venido dando en las instituciones educativas, y en general, en nuestras sociedades, alrededor de la desaparición de la enseñanza y la consecuente desaparición del maestro1. Puede sonar extraño afirmar que la enseñanza y los maestros están desapareciendo, dado que cada día alrededor del mundo millones de niños y jóvenes van a la escuela, al colegio o a la universidad al igual que lo hacen millones de sus maestros. Baste presentar algunas estadísticas sobre este asunto: la Oficina del Censo de los Estados Unidos reportó en 2011 que en el año escolar 2011–2012 ingresarían en las escuelas 55,5 millones de niños y jóvenes (desde el jardín hasta el grado 12), lo que significa más del 19 % del total de la población. Esos niños y jóvenes serían atendidos por 7,2 millones de maestros, lo que representa otro 2,5 % de la población del país (United States Census, 2011). Así que hablar sobre la desaparición de la enseñanza y del maestro frente a tales cifras —probablemente similares en todo el mundo industrializado— requiere de algunas aclaraciones adicionalesapplication/pdfspahttps://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0Devolver la enseñanza a la educación. Una respuesta a la desaparición del maestro.Giving teaching back to educationResponding to the disappearance of the teacherinfo:eu-repo/semantics/openAccesshttp://purl.org/coar/access_right/c_abf2Artículo de revistaGiving teaching back to education : responding to the disappearance of the teacher.Attribution-NonCommercial 4.0 International