Zemelman Merino, Hugo2006-02-012323-01340120-3916http://hdl.handle.net/20.500.12209/8923Individuo y sociedad son extremos de un conti-nuo: hay procesos de “individuación” y de con-formación de subjetividades sociales. Pero algunas explicaciones de la relación individuo-sociedad (individualismo metodológico, estructuralismo) han reducido el uno al otro. La idea de “masa” respondió a la posibilidad de transformaciones sociales en Europa; pero el análisis clasista de estos movimientos se mostró insuficiente. Cier-tos autores “políticos”, inquietos por el papel del sujeto en el cambio social, y ante la idea de una espontaneidad propia de la masa, se pregunta-ban: ¿Autodirección o partido? ¿Hay voluntad colectiva? ¿Es racional la masa? En esta línea, el oprimido debía ser transgresor (y, a más opresión, más reacción), y se tendió a subordinar el indivi-duo a organizaciones burocratizadas. Los fracasos históricos llevaron incluso a ideas derrotistas del sujeto y del cambio. Pero otros autores (tanto “po-líticos” como “académicos”), al tener en cuenta las mediaciones (institucional, histórica, ideoló-gica, valorativa, psicológica), pudieron entender la conformidad y la atomización del explotado, los efectos negativos de subordinar subjetividades individuales y de grupos primarios. Así, plantean la potencialidad del sujeto colectivo con distintas formas de expresión y de duración, en el marco de condicionamientos históricos específicos; y pien-san, entonces, un sujeto en proceso, portador de conciencia, y agrupamientos no reducidos al de-terminismo económicoapplication/pdfspahttps://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0SociedadSujetoRelación individuo - SociedadCambio socialSubordinaciónSubjetividadPensar la sociedad y a los sujetos sociales.SocietySubjectIndividual-society relationSocial changeSubordinationSubjectivityinfo:eu-repo/semantics/openAccesshttp://purl.org/coar/access_right/c_abf2Artículo de revistaAttribution-NonCommercial 4.0 International