Salcedo Gómez, Tania Ximena2014-07-012619-35312027-1034http://hdl.handle.net/20.500.12209/4214No toda vivencia construye pensamiento y no siempre el pensamiento configura la experiencia; eso aprendí durante mi práctica pedagógica rural como licenciada en biología en el municipio de San Zenón (Magdalena). En ésta práctica el diario de campo fue mi guía. A través de las palabras me encontré con nuevas experiencias, con la gente, con el tiempo y sus cambios; fue confrontar, aprehender, enseñar y sobre todo reconocer la complejidad de la cultura y sus significados.Quizás el objetivo principal de este escrito, más allá de mostrar una experiencia de vida o de enseñanza de la biología, es mostrar a partir de una narrativa el por qué  La práctica reflexiva y la observación participante deben ocupar el lugar más importante dentro del ser y el quehacer maestro, así como también en el reconocimiento del contexto y la acción participativa.Desde una perspectiva más crítica del quehacer pedagógico, el reconocimiento de cambios en la realidad educativa solo se puede darse desde la comprensión y la construcción de significados propios, desde el sujeto como un complejo de avances, retrocesos, símbolos, emociones, prácticas y pensamiento, como un cuerpo cultural y no como una caja negraapplication/pdfspahttps://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0RELATOS DE SAN ZENÓN (MAGADALENA) VIVIENDO Y PENSADO EL SER MAESTRO: UNA ORIENTACION DESDE EL DIARO DE CAMPO.info:eu-repo/semantics/openAccesshttp://purl.org/coar/access_right/c_abf2Artículo de revistaAttribution-NonCommercial 4.0 International