Mosquera, Libardo2000-03-102462-845X0121-4128http://hdl.handle.net/20.500.12209/4619Debemos comprender que una mirada total del cuerpo, por un lado, no puede limitarse a una realidad biológica o fisiológica en cuanto a organismo vivo en relación con su medio, ni con su realidad imaginaria llamada por Bernard «fantasma» que son los sueños y deseos proyectados, ni con su realidad social en cuanto configuración y práctica cultural, como señala M. Bernard «nuestro cuerpo es de alguna manera, más y menos que esas tres cosas, en la medida en que es proceso de constitución,de formación simbólica que suministra, por una parte, a la sociedad un medio de representarse, de comprenderse y de obrar sobre ella misma, y suministra, por otra parte, al individuo un medio de sobrepasar la simple vía orgánica en virtud del objeto fantasma de su deseo».application/pdfspahttps://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0Lo oculto del cuerpo.info:eu-repo/semantics/openAccesshttp://purl.org/coar/access_right/c_abf2Artículo de revistaAttribution-NonCommercial 4.0 International